¡QUE LOS SIGAN CUMPLIENDO!

09.10.2017

Janis

La conmemoración de un año más, es, definitivamente una de las cosas más importantes en la vida de cualquiera. Un año más de vida, uno más de trabajo, de ser feliz, de crecer, de conocer, de cantar... Sin duda, esto debe ser sinónimo de celebración. Y si hay alguien capaz de hacer buenas fiestas, esos sin duda son Los Caligaris, desde Córdoba Argentina, después de tantos kilómetros  recorridos, cumplieron 20 años.

No nos vamos a adelantar, el circo y la maroma, llegaron justo a tiempo. Pero antes de eso, la algarabía de los asistentes se fue propagando en a las afueras del palacio de los deportes, rodeados de playeras, tazas, calcomanías, narices de payaso, y el típico "compras o vendes". Al entrar al domo, la música con sabor a ska, saturo los sentidos de los presentes, y preguntas como: «¿Ya empezó?» Se extendieron por el lugar.

Los presentes tomaron sus respectivos lugares, acompañadas de un trio de bandas extranjeras que se fueron invitaros para amenizar la fiesta, hasta que llegaran los anfitriones; La Toma, República Fortuna y La Combo Tortuga, se encargaron de calentar el escenario, aunque, siendo sinceros, no era necesario.

La cita en el boleto, marcaba las 8:00 PM, sin embargo, el anuncio de los festejados llego minutos antes de las nueve. Cinco minutos, delimito el cronometro que apareció en las pantallas. Así inicio la cuenta regresiva.

La música circense que no puede, no acompañarlos, recorrió y erizo la piel de los expectantes, quienes guardaron silencio por unos momentos esperando la llegada del mundo de la música, el circo y la alegría. Un par de jóvenes se escucharon sobre el tumulto, «¿O sea que cuando yo tenía 5 años, ellos ya habían empezado a tocar?» Ese comentario hizo recapitular a más de uno de los presentes, en su mayoría jóvenes. Incluso algunos niños, menores de cinco años, aguardaban en el lugar y coreaban junto con el resto de los invitados el "Ole, ole, ole, ole... Cali-garis..."Poco después apareció en lo alto de escenario, nada más y nada menos que: El Payaso Caligaris cargando su propio pastel con una velita encendida en la cúspide. Soplo la vela y... «¡Que los cumpla feliz!», empezó a sonar por todos los rincones del enorme domo de cobre. 

Cinco

Cuatro

Tres

Dos

Uno

Uno a uno los asistentes gritaron la cuenta atrás. Los Caligaris se hicieron presentes, como es común, con globos, siendo recibidos por las ovaciones y gritos de veinte mil personas, felices, ansiosas y dispuestas. Totalmente listas para saltar, corear y bailar hasta la última nota que saliera de los instrumentos de quienes definitivamente están todos locos. Los globos inundaron el lugar y ¡boom!

El primer estallido de la batería retumbo para dar inicio a "Mi estanciera y yo" por lo que, los presentes, solo tuvieron unos segundo para tomar aire y empezar a cantar a todo pulmón. A partir de ese momento, no hubo espacios en blanco y menos en silencio. Las tribunas y la pista tapizadas de narices rojas brillantes abarrotaban el lugar, la música no dejaba de sonar y los Caligaris no dejaban de cantar. Aunque definitivamente, no solo los festejados hicieron la fiesta, los veinte mil asistentes no se quedaron atrás. El espectáculo, lleno de colores fue un trabajo en conjunto. La música y las voces de Juan Carlos Taleb y Martín Pampiglione, se perdieron en la inmensidad de voces que cantaban a viva voz, los himnos que en estos largos años de trayectoria la banda argentina, se encargó de inculcar a todos lo que se animan a vivir Caligari.

Así, el espectáculo más feliz del mundo, llegaba a su final.

«Llego, el momento en que ustedes nos demuestren cuanto nos quieren» dijeron y eso solo significaba una cosa. Solamente una. Todos los presentes sin excepción lo sabían. Las playeras, blusas, suéteres... empezaron a desaparecer de los torsos y fueron agitabas encima de innumerable cantidad de cabezas. "Antes muerto que dejar de soñar", La banda se despidió, pero todos sabían que era mentira. Todavía faltaban canciones. El entendimiento entre la banda y el público fue maravilloso. Media hora más de música y diversión.

«Que corran todos, los demás, nosotros vamos caminando.» Incluso en eso, los asistentes los siguieron, todo termino saturado de plausos y gritos de euforia. Igual que el estallido de los cañones de papel que bañaron en su totalidad el Palacio de los Deportes.

Al final y con calma, entendiendo que todo había concluido ya, en sus narices rojas. Los asistentes empezaron a abandonar el lugar, con la cara llena de una inyección de alegría que sin duda duraría toda la noche... incluso toda la semana.

Feliz cúmple a los Caligaris, y por favor, sigan cumpliendo.

Janis

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